Sangre azul

Título: Sangre azul
Título original: Frostbite
Serie: Vampire Academy II
Autora: Richelle Mead
Editorial: Alfaguara
ISBN: 9788420423623
Sinopsis: Rose Hathaway tiene un serio problema. Su guapísimo tutor Dimitri se está fijando en otra, su amigo Mason está colado por ella y el vínculo telepático que tiene con su mejor amiga… la vuelve loca cuando ésta se enrolla con su novio.
Entonces un gran ataque strigoi pone a la Academia en alerta y deciden poner a salvo a los alumnos en la elegante estación de Idaho. Pero la impresión de seguridad es falsa. Esta vez, Rose – y su corazón – correrá un peligro mayor de lo que imaginaba.

Opinión: Hace mucho tiempo que me leí Vampire Academy. Siempre he querido retomarla, pero me sentía perezosa a la hora de releer libros en general para refrescar la historia. Por suerte, hace poco vi la película que hicieron de la novela (bastante bien adaptada y no tan mala como esperaba) y eso me ayudó a recordar por qué me había gustado tanto el primer libro. Así que a raíz de ahí cogí el segundo y aquí os traigo la reseña (aunque no voy a entrar en el debate de la traducción del título porque… aún no entiendo por qué). ¿Quién dice que solo se reseñan novedades? En especial nosotros. Como si no nos conocierais ya, por favor.

Nuestra Rose va madurando a pasos de tortuga, pero lo va haciendo, y eso es lo importante. Hasta Mason se ha dado cuenta de que Dimitri le está pegando cosas (no las cosas que todos querríamos) y que Rose está sentando la cabeza. El problema es que ella se resiste a ese cambio, pues en ocasiones le sale su vena rebelde y empieza a cometer cagadas unas tras otras (el encanto de Rose que a veces puede llegar a desesperar, vaya). En este libro conoceremos a su madre, la legendaria guardiana y veremos la relación que tienen y que consiguen tener a lo largo del libro. También conoceremos a Tasha, la tía de Christian, que será una pieza clave en la relación que, por otra parte, sigue martirizando a Rose: la de Dimitri. No os voy a engañar: lo que más me engancha de esta serie es esta pareja. Como adicta al romanticismo y a esta clase de relaciones pasionales en las que todo apunta que sí, pero siempre hay cosas que se interponen, no podía ser de otra forma. Además, el contraste que tienen es tan… Dimitri con su perfección controlada y Rose con su locura desatada. Una combinación perfecta, complementaria. Porque si una cosa queda clara es que son ambas caras de una misma moneda. Y conseguir una pareja tan potente es algo que hay que apreciar y celebrar.

Como el anterior libro, este también ha resultado ameno y rápido. Que la voz de la narradora sea la de Rose es lo que tiene: consigue meterte de lleno y disfrutar de sus ocurrencias y sarcasmo. Si tuviera que ponerle una pega, sería la misma que me pasó en el anterior: me esperaba el final. Cerca del tercer cuarto del libro me imaginé lo que pasaría, así que, en ese sentido, me resultó predecible. No obstante, releyendo mi reseña del anterior libro, tengo que decir que acerté de lleno con mis predicciones para este. Conocemos más de los strigoi (bueno, conocer, aparecen mucho más que en el anterior, eso sí) y mi otra teoría de la fusión entre moroi y guardián también se cumple, pero como eso ocurre más bien tirando hacia el final no voy a especificar a qué me refiero. Aun así, tengo muchas ganas de continuar con la serie y de ver cómo desarrollan esa parte. Además, aparece un personaje nuevo, Adrián, primo de Lissa, que también pinta interesante, así que ya veremos.

Impresión general	Puntuaciones
	Personajes: 9
	Vampiros: 9.25
	Trama: 8.5
	Amor: 8
	Estilo: 9.5