XXI

Escuchó el hacedor hablar de un mundo donde la esperanza había dejado de existir y los hombres se habían asesinado entre ellos. 

Título: XXI

Autor: Francisco Miguel Espinosa

Editorial: Ediciones B

Páginas: 216

Sinopsis: Se suponía que el futuro era esperanza. El futuro era nuestra excusa para seguir vivos. Hasta que llegó Fox.

Se suponía que el futuro era esperanza, que era algo bueno, que era desarrollo, progreso. El futuro era nuestra excusa para seguir vivos. Hasta que llegó Fox. Durante la primera década del siglo XXI, un simple hombre moverá la conciencia de millones de personas con su mensaje: el ser humano es el problema del planeta, y para salvarlo hay que hacer el mayor de los sacrificios.
Diez años después, tres de los supervivientes a la oleada de suicidios, atentados y desastres que dejaron el mundo convertido en un oscuro paraíso de muerte, luchan día a día para encontrar un motivo por el que levantarse todas las mañanas. Necesitan aceptar tanto el desolador panorama que el futuro ofrece, como la certeza de que el pasado no fue todo lo maravilloso e idílico que quieren creer… Mientras, un mensaje de radio se repite constantemente: Fox está vivo y espera a todo aquel que desee venganza.
La temática invita a catalogar XXI como ciencia ficción; sin embargo, los elementos fantásticos dentro de la novela son escasos y el Apocalipsis mundial es empleado por el autor como una excusa para hablar sobre la sociedad actual desde una perspectiva objetiva, como si nuestro tiempo ya hubiera pasado

Opinión: La sinopsis tiene la razón en una cosa, es difícil catalogar este libro como ciencia ficción, dado que no cuadra del todo con la idea actual de la ciencia-ficción. Y sin embargo, como diría Galileo, lo es. Ya no solo por el hecho de que se trata de un futuro post-apocalíptico, por definición una de las porciones de la Ciencia-ficción más arquetípicas, sino que además trata acerca de la manera en que los humanos se relacionan con ese nuevo medio, lo cual también forma parte de lo más intrincado con la naturaleza de la ciencia-ficción desde su concepción. Es más, si tuviera que decir algo de este libro respecto a su pertenencia al género, diría que es de lo más clásico que se puede uno encontrar en cuanto a cumplir todas las exigencias del guión para pertenecer a dicho género.

Pero vayamos un poco al libro y veremos a qué me estoy refiriendo. El mundo se nos muestra a través de sucesivos puntos de vista, algunos previos a la catástrofe y otros posteriores, incluso intercalando el punto de vista previo con el posterior en algunos personajes. Los personajes están claramente definidos, si bien es cierto que no se recrea precisamente en ellos, y que uno de ellos no tiene mucho sentido dado que no parece tener nada que ver con el resto sino ser una historia accesoria que el autor quería contar sin más. Eso sí, todos tienen algo en común, la pérdida de la esperanza en el ser humano. Por lo general, no me convencen demasiado, no porque no sean creíbles, sino porque dan demasiado por supuesto. Pero bueno, sin duda son lo suficientemente «extraños» como personajes como para llamar la atención del más pintado.

Por otro lado, la trama… personalmente me ha parecido interesante la manera de hilarla… sin embargo hay cosas que quedan muy en el aire, y que además no acaban de convencerme cómo las une. En cualquier caso, lo que sí se puede decir sin lugar a  dudas es que se trata de una manera original y un tanto catastrófica de ver el fin del mundo. Sí, ya, es el fin del mundo, difícil que no sea catastrófica… pero es un poco escabrosa en algunas partes. Desde luego, no es demasiado recomendable para los que esperen que la historia siga las pautas comunes que acaban en un final si no feliz, si esperanzador.

En conclusión, esta novela no está recomendada para gente de estómagos delicados, pero sí para aquellos que gustan de ver los extremos a los que puede llegar el ser humano e intentar ver esos extremos en la sociedad actual. No puedo decir que sea un libro fácil de leer, pero sí un tanto gratificante.