Buzzer Beat -JDorama-

Título: ブザー・ビート～崖っぷちのヒーロー / Buzzer Beat ~ Gakeppuchi no Hiiro ~
Título inglés: Buzzer Beat
Traducción en español: Suena el marcador
Año: 2009
Nacionalidad: Japón
Episodios: 11
Género: Deporte / Romance
Basado en: Realmente nada, pero existe un anime y un manga con el mismo nombre (que no comparte nada, excepto el baloncesto).
Sinopsis: Los protagonistas son Kamiya Naoki (Yamapi), un joven jugador de baloncesto, tímido pero honesto y Shirakawa Riko (Kitagawa Keiko) una chica enérgica, constante, pero con falta de disciplina que es violinista. Ambos se conocen por casualidad y guiados por el destino gozan de una amistad que parece que puede ir más allá, mientras tratan de lidiar con los problemas en su vida y la dificultad que significa crecer.

Opinión: Siempre he tenido ganas de poner algún dorama en la sección de Cine y TV, al fin y al cabo, son también series (asiáticas, pero series), y el verano es el momento idóneo para poner a verse series de este estilo. La verdad es que primero me vi el anime, no sé por qué (por comparar después, supongo) y la verdad es que no tiene absolutamente nada que ver. De hecho, es que el anime ni siquiera se merece una reseña. Odio los shonen que empiezan y te enganchan y luego acaban como han empezado sin que suceda nada y tú te tengas que quedar con las ganas. Supongo que es una forma sutil de decir que si quieres más, te compres el manga. Pero bueno, como iba diciendo, no tiene nada que ver. El manga (o anime) están ambientados en un futuro (sí, es ciencia ficción, y no solo porque los japoneses quieran aspirar a ser ultra poderosos en un deporte contra alienígenas), mientras que el dorama es algo bastante más real y con personajes que se mueven por otras cosas y circunstancias.

En primer lugar tenemos a Naoki, interpretado por Yamapi con un peinado y estilo nuevo (con lo guapo y sexy que estaba en Kurosagi con su pelo negro original…), que tiene 24 años y su profesión es jugador de baloncesto en un equipo de empresa llamado ARCS (esto me recordó al dorama de Pride, otro que probablemente reseñe en un futuro). Naoki es un chico muy amable (aunque a él no le guste que le llamen así, ya que suena a «seguro»), con una novia con la que lleva saliendo dos años y con la que quiere casarse. Sin embargo, a Naoki también le falta confianza en sí mismo y antes de dar el gran paso quiere asegurarse de que es un buen hombre y de que podrá hacerse cargo de todo (economía y de que su novia sea feliz). Pero para ello, y según él, «debe hacerse más fuerte», así que si consigue ganar el campeonato de baloncesto, supondrá que lo ha conseguido y entonces podrá hacer realidad su sueño. Para ello, se entrena duro día a día para conseguir ser mejor… Y yo me pregunto: ¿pero qué más quieres? ¡Si casi rozas la perfección! Al menos en lo concerniente a ser un buen hombre… Ejem. Bien, así es como comienza la historia, con los objetivos bien claros de nuestro primer protagonista.

Por otro lado, tenemos a Riko, una violinista que quiere adentrarse en el mundo de la música, pero que es muy difícil. Y para ello practica y practica con el violín, para perfeccionar su técnica. Prácticamente podríamos decir que tenemos a dos personajes completamente compatibles caminando en paralelo, hasta que por un movimiento del destino, sus caminos se cruzan y se conocen. Claro que no es tan simple como pueda parecer. En realidad, sus vidas se cruzan desde un primer momento, solo que ellos no lo saben. Cuando se conocen en un parque que comparten para practicar sus respectivas habilidades, y se ven cara a cara, charlan como desconocidos, de esos que ni siquiera saben el nombre del otro, pero que aún así se sienten identificados mutuamente por su situación, ya que pretenden alcanzar un sueño a base de su propio esfuerzo y dedicación. Es más adelante, cuando Riko empezará a atar cabos y a pensar que ciertamente ha tenido que ser el destino quien les uniera. Pero, para ese momento, ella estará saliendo con Kawasaki Tomoyo, el entrenador de Naoki, mientras que él seguirá con su novia de siempre. Pero claro, eso no debería significar nada, ya que simplemente han alcanzado una relación de amistad, nada más. ¿O es que sus sentimientos están empezando a evolucionar?

Luego, por supuesto, hay otros personajes secundarios que tienen más o menos su importancia, y su momento de odiarles, pero en lo que concierne a la historia voy a dejarlo tal cual, que si no, seguro que me meto en un berenjenal del que no podré salir sin soltar spoilers. Solo tengo que mencionar que no me gusta nada que se abuse del exceso de confianza ni respeto, para luego traumatizar a los personajes y meterles en conflictos morales… Vaya «amigos»… Pero bueno, ahora comentaré un poco los aspectos de actuación.

Es bien sabido que en los doramas, el tema de los besos y el contacto físico entre parejas (sin llegar a pensar mal, que entonces apaga y vámonos) está un poco… cómo decirlo… de adorno. Esas escenas son lo más patético que nos podamos encontrar (al menos aquí en occidente, quién sabe, quizá es que eso sea lo normal en oriente). ¿Cómo pueden llamar a eso un beso? ¡Pero si es que ni siquiera se le puede considerar pico! (Bueno, luego hay otros que son aceptables… si hasta parece que mueven un poco la boca y todo xD). Y bajo ese contraste, luego nos encontramos la relación que mantienen Riko y Mai, que es absolutamente genial. Son dos amigas que actúan como tal y que si se abrazan, se abrazan de verdad en lugar de «uy, que te toco», lo cual siempre suele resultar desesperante y patético. De hecho, yo me siento algo identificada con Mai, la flautista (y no porque toque la flauta xD).

Como habréis podido comprobar, apenas he mencionado el baloncesto. Y es que, a pesar de que es un tema principal, no es tan relevante como las historias que les sucede a cada uno de los personajes. Es una historia de cómo los sueños pueden quedarse solo en eso si no haces nada para evitarlo. De cómo si te esfuerzas y luchas y crees lo suficiente en lo que haces, puedes conseguir lo que te propongas sin decaer ni rendirte. Una historia de evolución y madurez.

¡Ah! Y si os ha pasado como a mí y os sonaba mucho la protagonista, pero no acabáis de situarla, os doy dos opciones distintas: Sailor Marte, en el espantoso (sorry, pero aunque tiene sus puntos, las pelucas y los gatos me pudieron) dorama de Sailor Moon y Reiko, en la película Fast & Furious: Tokyo Race.